Cuando llegué tú ya no estabas, se me lengua la traba. Tú eres de pavos trinchados y yo de trinchar pavas. Cuando llegué tú ya no estabas.
A esa hipotenusa se le ven las postillas, rectangulando circulaciones
trianguladas entre rombos y aristas arenosas. Dosis caramelizadas de
sub-lunas vistas desde orillas, cambios pendientes en la euforia
dinámica y situaciones aparatosas.
Me has comido la cabeza que no me tenías que comer, mi mente es ahora un tetrabrik por tu culpa. Me has robado hasta casi la forma de ser, te voy a dejar las costillas hechas pulpa.
No son lamentos, son quejas al florecer. Estratosferas y medicinas, nada que perder. Síntomas de una alergia fatal, no voy a enloquecer.
Ya no pienso, solo actúo; soy tu último anochecer.
Onda vital.
Iguanas arcaicas, torres de control, falocentrismo inaugurado, estamos
lejos del sol, futuros y finlandesas, frescor o calor, todos somos la misma mierda, nuestro propio temor.