¡Putos críos de mierda, callaos la puta boca y dejad de jugar, quiero mi hamburguesa disfrutar!
Esto no es un concierto de noise para tanto griterío, giros y alturas. Estoy hasta los cojones de tantos niños aunque esa renacuaja de siete años me la pone dura.
Voy a liberar mi poder mortal, para vaciar el local. El apocalipsis se siente en el aire, amo al Burger King pero esto está muy mal... ¿¡Cómo coño iba a ser buena idea un parque en un Burger King colocar!?
Si algo comparten los trabajadores del Burger King con los niños que juegan ahí es que ninguno se ha sacado la ESO.